¿Pueden los porotos negros posicionar a Tucumán como líder agroexportador del NOA?

porotos negros Grupo Ruiz

Tucumán, conocida por su liderazgo en la producción de limones y su rol clave en la agroindustria del Noroeste Argentino (NOA), también ha consolidado una presencia significativa en el mercado de legumbres, especialmente en la producción y exportación de porotos negros. Este cultivo, si bien no tan difundido como otros productos tradicionales de la provincia, se ha convertido en una fuente creciente de divisas, empleo rural y oportunidades de internacionalización para empresas locales.

La producción de porotos negros en Tucumán se remonta a varias décadas y ha crecido a la par del desarrollo de otras legumbres en el NOA. Aunque provincias como Salta y Santiago del Estero concentran la mayor parte de la superficie cultivada, Tucumán representa alrededor del 14% de la producción nacional, con estimaciones de más de 90.000 toneladas anuales en los años de mejor rendimiento. Esta producción se distribuye en zonas rurales como Trancas, La Cocha, Cruz Alta, Leales y Graneros, donde la combinación de suelos fértiles y condiciones climáticas favorables genera un escenario propicio para este cultivo.

Los porotos negros, además de su importancia como fuente de proteína vegetal, tienen un valor económico estratégico. En un contexto mundial donde las dietas a base de plantas ganan terreno y la sostenibilidad alimentaria se vuelve un eje central, estos granos se han posicionado como una alternativa saludable, nutritiva y competitiva en el mercado internacional.

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Dos empresas tucumanas sobresalen en este sector: Paramérica y CAS Exportaciones. La primera cuenta con una capacidad instalada de procesamiento de 400 toneladas diarias y una red de 20.000 hectáreas productivas. La segunda se ha expandido a más de 30 mercados internacionales y participa regularmente en ferias globales del sector alimenticio. Ambas empresas han apostado por tecnología de punta en clasificación, empaque y trazabilidad, lo que les ha permitido consolidar una reputación de calidad en destinos tan variados como Brasil, México, Italia, Estados Unidos, Guatemala, Costa Rica, Pakistán, Jordania y Vietnam.

El 95% de los porotos negros producidos en Argentina se exportan, y Tucumán forma parte activa de ese flujo. En 2022, el complejo de legumbres y cereales representó el 13% del total de las exportaciones tucumanas, alcanzando un valor aproximado de 124 millones de dólares. Aunque las cifras específicas para los porotos negros no están desagregadas, se estima que estos constituyen una porción significativa dentro del total.

La industria de los porotos negros no está exenta de desafíos. Las variaciones climáticas, como sequías o lluvias intensas, pueden afectar la calidad y el volumen de la producción. A ello se suma la competencia de otros países productores, los vaivenes en los precios internacionales y la logística exportadora, especialmente el acceso a puertos y costos de transporte.

También existen riesgos asociados a la dependencia de mercados específicos. Por ejemplo, en años anteriores, las exportaciones a Venezuela experimentaron altibajos por razones políticas y económicas, lo que obligó a redirigir parte de la producción a nuevos mercados.

A pesar de estos desafíos, las oportunidades son notables. El crecimiento sostenido de la demanda internacional por alimentos ricos en fibra y proteína vegetal coloca a los porotos negros en una posición privilegiada. El aumento de consumidores que optan por dietas sin carne o buscan productos de bajo impacto ambiental representa un nicho en expansión.

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También existe un acompañamiento institucional que ha sido clave. Organismos como el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) han promovido la capacitación de empresas exportadoras, la participación en ferias como Anufood y el acceso a herramientas de financiamiento y asistencia técnica. Asimismo, acuerdos bilaterales, como los alcanzados con México, han reducido barreras arancelarias, facilitando el ingreso de los porotos argentinos a nuevos destinos.

El crecimiento de la industria de porotos negros en Tucumán no solo depende del volumen exportado, sino también de la capacidad de agregar valor. La incorporación de procesos de transformación industrial, como la elaboración de harinas proteicas o productos listos para el consumo, podría aumentar los ingresos y generar más empleo local. También se discute la necesidad de consolidar marcas propias que posicionen al poroto negro tucumano como un producto gourmet o saludable en mercados premium.

La diversificación también se vuelve clave. Si bien el foco actual está en la exportación de grano seco, existen oportunidades en el desarrollo de nuevas variedades adaptadas a otros usos o condiciones climáticas. La vinculación con centros de investigación y tecnología agropecuaria podría potenciar la innovación y la resiliencia del sector.

La cadena de valor de los porotos negros en Tucumán representa una combinación de tradición agrícola, capacidad empresarial y apertura al mundo. En un escenario global que exige alimentos más sostenibles, nutritivos y trazables, esta industria tiene todo para crecer y posicionarse como uno de los pilares productivos del NOA.

El desafío inmediato radica en consolidar una estrategia regional que mejore la infraestructura, diversifique mercados y promueva la innovación. Con una articulación efectiva entre el sector privado, el Estado y el sistema de ciencia y técnica, los porotos negros podrían convertirse no solo en un producto de exportación, sino en un emblema de desarrollo inclusivo, sostenible y con identidad.

Grupo Ruiz - Tucumán

Grupo Ruiz Tucuman un portal de información agraría y de negocios desde Argentina en la Provincia de Tucumán