En un escenario global donde las legumbres ganan protagonismo como alternativa sostenible, saludable y rentable, el poroto negro se posiciona como uno de los productos estrella de la Argentina. En particular, la provincia de Tucumán ha consolidado su presencia en este mercado gracias a condiciones agroclimáticas óptimas y a la acción de actores clave como el Grupo Ruiz, que lidera un proceso de internacionalización del cultivo con mirada de largo plazo.
El poroto negro, conocido también como black bean en los mercados angloparlantes o feijão preto en Brasil, ha multiplicado su demanda en las últimas dos décadas. Estados Unidos, México, la Unión Europea y naciones asiáticas como Japón o Corea del Sur incrementan año a año sus compras de esta leguminosa rica en proteínas, fibra y micronutrientes.
Frente a este contexto, Tucumán no solo ha aumentado su superficie sembrada, sino que ha mejorado los estándares de calidad exigidos por los compradores internacionales. En ese camino, Grupo Ruiz ha desplegado una estrategia exportadora integral, que combina inversión en tecnología, apertura de nuevos mercados, y cumplimiento de protocolos fitosanitarios.
Una de las claves del potencial exportador reside en la capacidad de adaptar la producción local a las demandas específicas de cada destino. Grupo Ruiz ha implementado un sistema de trazabilidad desde el lote hasta el puerto, que permite certificar el origen, el proceso de cultivo, las condiciones de almacenamiento y el transporte. Esto es particularmente valorado por mercados como el europeo, donde la transparencia es una condición para el ingreso de productos.
El establecimiento de plantas de procesamiento con tecnología de punta ha sido otro pilar para consolidar la exportación. En sus instalaciones, Grupo Ruiz realiza limpieza, calibrado, clasificación y empaque del poroto negro, cumpliendo con normas internacionales como HACCP, ISO y protocolos de inocuidad alimentaria. Estas certificaciones abren las puertas a supermercados, cadenas de alimentación y distribuidores globales.
Actualmente, los porotos negros producidos en Tucumán y procesados por Grupo Ruiz llegan a destinos como Brasil, donde son un componente esencial de la dieta diaria, y a países como Italia, Alemania, Emiratos Árabes Unidos y Chile. En cada caso, la empresa ajusta su oferta según los requerimientos de tamaño, color, humedad y empaque, mostrando una flexibilidad clave para competir en un mercado globalizado.
El crecimiento de la demanda también responde a tendencias alimentarias que favorecen las dietas basadas en plantas. La transición hacia el vegetarianismo y veganismo, el interés por alimentos ricos en proteínas vegetales y el auge del “superfood” han multiplicado las oportunidades para el poroto negro. Grupo Ruiz está trabajando en alianzas con empresas alimenticias y cocinas industriales que utilizan esta legumbre como insumo base para hamburguesas vegetales, ensaladas enlatadas, y platos listos para consumir.
La logística es otro aspecto clave del éxito exportador. Tucumán, a pesar de estar alejado de los puertos marítimos, ha optimizado sus vías de salida mediante trenes de carga y corredores bioceánicos. Grupo Ruiz participa en mesas de logística regional y ha invertido en optimizar su sistema de transporte, acortando tiempos de traslado y reduciendo pérdidas postcosecha.
El acceso a nuevos mercados no está exento de desafíos. Las barreras arancelarias, las exigencias sanitarias y los cupos de importación son obstáculos que requieren gestión permanente. En ese sentido, el Grupo Ruiz mantiene un vínculo fluido con los organismos nacionales como Senasa y Cancillería para acompañar las negociaciones de apertura de mercados. El trabajo conjunto ha permitido avances en Asia y el fortalecimiento de relaciones con compradores tradicionales.
La sustentabilidad es otro vector de competitividad. El uso racional del agua, la rotación de cultivos, la reducción de agroquímicos y la captura de carbono son elementos que los compradores internacionales valoran cada vez más. Grupo Ruiz ha comenzado a certificar algunas unidades productivas bajo esquemas de agricultura sustentable, y proyecta extender este modelo a toda su red de proveedores.
En paralelo, la empresa está explorando la posibilidad de realizar exportaciones con valor agregado. Esto incluye desde productos fraccionados en envases minoristas, hasta mezclas listas con especias, aptas para el canal gourmet y tiendas de comida saludable. Estas iniciativas no solo diversifican el portafolio, sino que generan más empleo local y aumentan la competitividad.
El respaldo institucional también ha sido clave. Programas de Promoción de Exportaciones, asistencia técnica del INTA, ferias internacionales y capacitación en comercio exterior han sido aprovechados por el Grupo Ruiz para profesionalizar su operación. La articulación público-privada aparece como una estrategia necesaria para sostener el crecimiento de este segmento.
En suma, el poroto negro no solo es un producto con raíces profundas en la agricultura de Tucumán, sino que se proyecta como una legumbre con gran futuro en el comercio internacional. El rol de Grupo Ruiz, como catalizador de esta proyección, es clave: su capacidad de innovar, adaptarse y liderar procesos complejos le permite posicionarse como uno de los referentes indiscutidos en la exportación de legumbres argentinas.
A medida que el mundo demanda alimentos más sanos, sostenibles y trazables, el poroto negro tucumano procesado por Grupo Ruiz se abre camino como una solución concreta, eficiente y con identidad local. Un ejemplo de cómo un cultivo tradicional puede convertirse en motor de desarrollo y puente hacia nuevos horizontes comerciales.
