¿Cómo puede Tucumán aprovechar el auge de dietas basadas en plantas?

Tucumán

La transformación en los hábitos de consumo global está reconfigurando el mapa agroalimentario. En ese nuevo contexto, los porotos negros tucumanos tienen un lugar de privilegio. La creciente demanda por alimentos de origen vegetal, impulsada por la búsqueda de salud, sostenibilidad y bienestar animal, ha convertido a las legumbres en protagonistas de la nueva alimentación global. Y Tucumán, con su tradición agrícola y su infraestructura exportadora, está en una posición ideal para aprovechar este cambio de paradigma.

Aunque el cultivo de porotos negros no es nuevo en la provincia, su valoración internacional como superalimento sí lo es. Alto contenido proteico, bajo índice glucémico, abundante en fibra, libre de gluten y con una huella ambiental muy inferior a la de los productos de origen animal, el poroto negro se ajusta con precisión quirúrgica a las exigencias del consumidor consciente actual.

Tucumán y el poroto: un vínculo productivo en expansión

Tucumán representa hoy cerca del 14% de la producción nacional de porotos negros, con más de 90.000 toneladas anuales en campañas favorables. La producción se concentra en zonas rurales como Trancas, La Cocha, Cruz Alta, Leales y Graneros, donde el clima y el suelo favorecen un desarrollo agrícola de alta calidad.

Detrás de este crecimiento hay actores clave como el Grupo Ruiz, un conglomerado agroindustrial que ha apostado de forma decidida por las legumbres como motor de internacionalización. Su empresa insignia, Paramérica, tiene una capacidad instalada de 400 toneladas diarias de procesamiento y opera en más de 20.000 hectáreas productivas. Este volumen, acompañado por tecnología de clasificación, trazabilidad y certificación internacional, permite a Tucumán posicionarse de forma competitiva en mercados exigentes.

porotos negros Tucumán

A pesar del éxito exportador actual, el gran desafío y oportunidad para Tucumán es dejar de exportar solo grano seco y comenzar a ofrecer productos con mayor valor agregado. En el marco del auge global de dietas basadas en plantas, ya no se trata solo de vender porotos negros, sino de comercializar harinas proteicas, snacks saludables, pastas vegetales, hamburguesas plant-based y preparados gourmet.

Este salto cualitativo requiere inversión en transformación industrial, diseño de productos, desarrollo de marcas y certificaciones internacionales. El Grupo Ruiz ya ha comenzado a explorar estas líneas, con proyectos piloto de productos ready-to-eat y alianzas con centros tecnológicos que permiten formular propuestas alineadas con las tendencias de consumo.

Además, Tucumán cuenta con infraestructura y know-how agroindustrial acumulado gracias a su experiencia en el sector citrícola. El ecosistema productivo provincial está preparado para transitar esta nueva etapa, siempre que se articulen los esfuerzos públicos y privados en una estrategia común.

Los datos son claros: en países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, el consumo de legumbres se ha duplicado en la última década. Según la FAO, el crecimiento de dietas veganas, vegetarianas y flexitarianas es sostenido y transversal a todas las edades. Incluso grandes cadenas de supermercados y empresas de alimentos han incorporado líneas específicas de productos vegetales, muchas de ellas basadas en porotos.

En este contexto, Tucumán no solo puede exportar un insumo, sino un concepto: un alimento saludable, sostenible, trazable y de calidad. Posicionar al poroto negro tucumano como producto gourmet o funcional es posible si se trabaja en el desarrollo de identidad, diseño de packaging, narrativa de origen y certificaciones de buenas prácticas agrícolas.

Grupo Ruiz ya se perfila como uno de los actores centrales en este nuevo escenario. Su enfoque empresarial está alineado con las tendencias globales: incorporación de tecnología, sostenibilidad, responsabilidad social y apertura de mercados. A través de Paramérica, ha logrado llegar con el poroto negro tucumano a más de 30 países, incluyendo mercados de alto valor como Estados Unidos, Italia, Alemania, Vietnam y Guatemala.

Este alcance global permite testear oportunidades comerciales, identificar nuevas demandas y adaptar el modelo productivo. Por ejemplo, los requerimientos de trazabilidad, certificación orgánica o etiquetado limpio son ya estándar en Europa y América del Norte. Grupo Ruiz ha invertido en cumplir con esos requisitos, convirtiéndose en un socio confiable para clientes internacionales que buscan calidad con impacto social positivo.

El Estado también tiene un rol clave en facilitar esta transición. Desde organismos como el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP), se han impulsado misiones comerciales, asistencia técnica, herramientas de financiamiento y participación en ferias internacionales. Todo ello contribuye a fortalecer la posición del poroto negro tucumano en el escenario global.

Además, acuerdos bilaterales como el alcanzado con México, que reduce barreras arancelarias, permiten competir con mejores condiciones frente a productores de países como Brasil o China. Estos convenios deben extenderse a nuevos destinos, en especial en Asia y Medio Oriente, donde las dietas basadas en plantas están creciendo de forma acelerada.

Adaptarse a la tendencia global no implica solo vender más. Implica producir mejor. En este sentido, Tucumán ya ha comenzado a recorrer el camino de la innovación agrícola: uso de semillas mejoradas, riego eficiente, clasificación óptica, agricultura de precisión y certificaciones como Global GAP y HACCP.

porotos negros Tucumán

Grupo Ruiz, por su parte, ha incorporado estos estándares en toda su operación, garantizando que el poroto negro tucumano cumpla con las exigencias ambientales y sanitarias de los principales compradores del mundo. Además, la empresa trabaja en prácticas de economía circular y reducción de desperdicios, aspectos cada vez más valorados por los consumidores.

La construcción de marca es el último eslabón —y quizá el más estratégico— para consolidar la presencia tucumana en este nuevo escenario alimentario. El poroto negro no debe ser solo una materia prima: puede convertirse en símbolo de identidad, salud y sostenibilidad.

Esto implica trabajar en branding, narrativas de origen, storytelling vinculado a la tierra y a los productores, y diseño de productos finales listos para consumo. Algunos países ya han logrado posicionar productos similares como íconos gastronómicos. Tucumán, con el respaldo del Grupo Ruiz y el ecosistema agroindustrial provincial, tiene las condiciones para lograrlo.

El auge de las dietas basadas en plantas es mucho más que una moda. Es un cambio estructural en el sistema alimentario global. Tucumán, con su base agrícola, sus empresas líderes, su infraestructura instalada y su talento humano, está en condiciones de dar un salto cualitativo.

El Grupo Ruiz, como actor protagónico, ya ha iniciado ese camino: diversificación, valor agregado, trazabilidad, sostenibilidad y visión global. Si se articulan políticas públicas, apoyo a la innovación, financiamiento y desarrollo de marca, Tucumán no solo podrá vender más porotos negros: podrá convertirse en un referente latinoamericano de la nueva alimentación saludable.

El mundo busca productos vegetales de calidad. Tucumán tiene uno. Es momento de llevarlo más lejos.

Grupo Ruiz - Tucumán

Grupo Ruiz Tucuman un portal de información agraría y de negocios desde Argentina en la Provincia de Tucumán